arrojar, o tirar, la toalla.
- locs. verbs. Dep. Dicho del cuidador de un púgil: Lanzarla a la vista del árbitro del combate para, dada la inferioridad de su pupilo, dar por terminada la pelea.
- locs. verbs. coloq. Darse por vencido, desistir de un empeño.
Diccionario de la lengua española
Según los amantes del box, hay una pelea que marcó un antes y un después en lo que se refiere a la expresión antes citada. La fecha: el 1 de octubre de 1975. El lugar: Manila, Filipinas. Los contendientes: Muhammad Ali vs. Joe Frazier.
A grandes rasgos, podemos resumir el evento citado de la siguiente manera: era la tercera vez que se enfrentaban estos dos hombres cuyo estilo de boxear era tan distinto como sus respectivas personalidades. A más de 40° C, intercambiaron golpes durante 14 rounds con tal intensidad que ambas partes ya estaban visiblemente afectadas. Los preparadores de cada uno se muestran tensos buscando señales de parte de sus pupilos que les indique que deben tirar la toalla. Aunque siempre lo han desmentido, la leyenda urbana dice que en un punto Ali indica que quiere quitarse los guantes, pero antes que su preparador haga lo propio, Eddie Futch, cuidador de Joe tira la toalla al constatar que su púgil ha quedado ciego por uno de los golpes.
El resto, es historia. Joe Frazier se retira del box y muere en 2011, pobre y amargado, recordando a su preparador decirle que 'nadie olvidaría jamás lo que hizo allí', pero con el eterno sentimiento de haber acariciado una gloria que nunca habría de ser suya.
Volviendo a las cosas banales e intrascendentes de este mundo, tenemos a un chilango (gentilicio ya aceptado por la Academia Mexicana de la Lengua y a su vez incluido en el DRAE) que yace en el exilio, que cual "big bang" (i.e., de la nada) un buen día empezó a compartir con algunos que lo conocen (a los que ÉL llama "amigos") o que no tienen otra opción (a los que ÉL llama "familia") sus previsiones de qué resultados obtendrían los equipos de la NFL preferidos por cada uno de sus "amigos".
Empezó con uno, agregó a otro, después a uno más y así fue reclutando gente cual lista nominal del otrora Instituto Federal Electoral. Inútil fue para algunos decirle que ni siquiera les gustaba el fútbol americano. Cuenta la leyenda que hubo voces que se perdieron con el paso del tiempo, suplicando que los quitaran de la lista, argumentando que su deporte favorito era el "Fierljeppen", pero todo fue en vano.
Nuevamente DE LA NADA (como todo lo que hace el individuo citado), el güero "mexiqueño" (según el Panhispánico de Dudas) sumó los adjetivos "FAMOSOS" o "AFAMADOS" a sus augurios que a su vez, se extienderon a todos los equipos de la NFL. No pidió opinión de nadie, ¡simple y sencillamente LO HIZO!
En un último esfuerzo por detenerlo, el redactor de esta columna dedicó toda la temporada 2014 a analizar sus predicciones. Me dije a mi mismo: "mi mismo, tal vez cuando el güero vea lo "maleta" que es para predecir el futuro, lo logre entender". Lo comparé con el precio del petroleo, el dolar, las encuestas sobre la popularidad de Peña Nieto y nada. ¡Todo fue inútil! Otros comenzaron a alzar la voz, surgieron otros movimientos reclamando otras promesas fallidas por parte del güerito exiliado, y nada.
Finalmente, este año Gato Pícaro tuvo la idea de dejar constancia de cuán aferrado y obsesionado está el güerito quesero, a través de este blog. Hoy, evocando la historia narrada al principio de esta entrada, alguien razonable se daría cuenta de que es tiempo de "tirar la toalla"; sin embargo, efectivamente eso haría "alguien razonable". En el caso del güero la-lagunero, sabemos que no será así. Todos los antecedentes antes señalados así lo indican. La semana pasada decíamos que hasta Gato Pícaro ya se cansó de capturar los resultados. Normalmente, eso genera la poca eficacia en las personas, la falta de resultados, lejos de motivar, lo impele a uno a "tirar la toalla".
Menos mal que el Güero tiene su contraparte obsesionada también con hacer trizas su poca efectividad...
Habiendo dicho todo eso, esta semana el güero cayó 3 puntos más para ubicarse en un 43%. Su porcentaje más bajo desde que empezó a compartir sus "afamados" pronósticos. Su promedio después de 10 semanas baja a 63% y todo indica que esta temporada podría ser aún peor que la anterior. Sugerimos a todos tomar las debidas precauciones pues se ven venir muchas excusas y pobres justificaciones así como toda una multitud de evasivas para acreditar tan mal desempeño.
¡Advertidos estamos!
De todas formas seguiré con mis Afamanos Pronósticos... Dos semanas con malos resultados no es una crisis, solo es una pequeño bache...
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