La temporada de la NFL terminó este domingo 7 de febrero con el
Super Bowl cincuenta, cuando se enfrentaron los Broncos de Denver y las
Panteras de Carolina en un partido que no fue el mejor que ha habido, el
Patriotas-Halcones Marinos del año pasado fue superior, pero sí mantuvo la
tensión hasta el último cuarto. Haré un breve análisis de lo sucedido en este
juego.
El juego estuvo rodeado por el morbo de saber si sería el último
partido de Peyton Manning, por ver cómo se comportaba el MVP Cam Newton en el
juego grande y saber quién ganaría del enfrentamiento entre la ofensiva uno de
la liga (Panteras) contra la defensiva uno (Broncos). Reza el dicho que “las
defensivas ganan campeonatos” y sí, se está convirtiendo en un axioma ya que
esta vez volvió a ganar la defensiva.
Wade Phillips, el coordinador defensivo de Denver nos volvió a
mostrar que no será un gran entrenador en jefe pero es un brillante coordinador defensivo. Raúl Alegre, ex
pateador de los Gigantes de Nueva York, escribió esta semana en su columna que
así como el plan de juego diseñado por Bill Belichick cuando era coordinador
defensivo de los Gigantes en su duelo con los Bills en el Super Bowl XXV está
en el salón de la fama, el plan de juego que diseño Wade Phillips este pasado 7
de febrero debería estar también allí.
Phillips nos mostró que estudió concienzudamente a la ofensiva de
las Panteras y tuvo la fórmula para detenerla, logrando que sus linieros
permanentemente hicieran sentir incómodo, frustrado y tenso a Cam Newton, quién
nunca logró asentarse en el juego. El perímetro de los Broncos nunca permitió
que los receptores estuvieran libres. Tantas entregas de balón de Carolina solo
demuestra una buena preparación de juego. La defensa de las Panteras también
dio un gran partido, ya que nunca permitió que la ofensiva de los Broncos se
fuera asentando y la detuvo en varias ocasiones, permitiéndoles solo 9 puntos
hasta el último cuarto. Fue un gran duelo de estrategia entre Wade Phillips y
Sean McDermott, coordinadores de Denver y Carolina respectivamente.
De las ofensivas me detendré poco en la de Denver. Con un Manning
ya sin tanta fuerza pero sabiendo leer como nadie en el campo a la ofensiva
rival podemos decir que fue cumplidor: no cometió errores y nunca arriesgó el
balón. La ofensiva hizo lo básico e indispensable; sencillamente cumplió.
En contraste, la ofensiva de las Panteras decepcionó. Mike Shula,
hijo del histórico Don Shula, nunca pudo, o quiso, descifrar a la defensa de los Broncos. Todo
el juego mandó corrida en primera oportunidad y todo el juego fueron detenidos,
desperdiciando ese down. Con un mariscal tan hábil y veloz como Newton nunca
mandó jugadas sorpresa, optativas, resbaladas…nada, nunca cambió el plan de
juego, pese a que desde el segundo cuarto se veía que algo tenían que hacer.
¿Error de Shula o de Rivera? El gol de
campo fallado por Graham Gano sin duda influyó en el ánimo del equipo. Las
Panteras todavía no estaban lejos de Denver y se notaba más peligro cuando
estaban a la ofensiva, pero ese yerro fue una losa que nunca se pudieron
quitar.
Mención aparte la cantidad de castigos por fuera de lugar tanto de
la ofensiva como de la defensiva que demostraban que los nervios los estaban
traicionando. Sumémosle los castigos por rudeza innecesaria y faltas personales,
que fueron hundiendo sicológicamente a Carolina.
Von Miller se ganó a pulso el Jugador más Valioso. Fue un
espectáculo a la defensiva, hizo pedazos a los linieros de Panteras y nunca
dejó en paz a Newton. Un gran partido del jugador que fuera segunda selección
colegial, solo después del propio Cam Newton.
El espectáculo del medio tiempo no fue malo (aunque parecía desfile
de la primavera), pero no fue, para mí, digno para celebrar el Super Bowl
cincuenta. Creo que debieron de buscar a otro grupo que por lo menos supiera lo
que representa este día, no Coldplay, que reconoció que no conocen nada de
futbol americano.
Por último, me parece lastimoso que Manning diera a entender que
podría jugar otro año. Considero que debe irse ahora, en la gloria, después de
haber ganado su segundo Super Bowl y ser el único mariscal de campo que ha
llegado a cuatro finales con distintos entrenadores y ganar con dos equipos
diferentes. Debería imitar a su Gerente General John Elway, que después de
ganar el bicampeonato con Denver decidió poner fin a su exitosa carrera.
Muchos le han restado valor al triunfo de Denver, diciendo que fue
Carolina el que perdió más que ganarlo los Broncos. Yo no estoy de acuerdo.
Denver jugó para ser campeón, las Panteras no; no fue fortuito el triunfo de
los Broncos, más bien fue la terminación de un proceso de armado de equipo que
dio como resultado esta victoria. Las Panteras volverán a llegar sin duda,
tienen un gran equipo y un sistema bien definido. Serán contendientes los
próximos años.
Ahora vendrá un ayuno de varios meses. Estos serán aprovechados
por esta columna para compartir noticias, hablar de jugadores históricos,
rememorar grandes juegos y compartir distintas notas de futbol americano.
Pero lo que sin duda lo que mejorará será mi porcentaje de
efectividad en mis Afamados Pronósticos.
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